Entre café y sábanas blancas

Es que cuando está uno enamorado, escribe de todo, pero si encima te han herido, pues qué les cuento. Escribí esta "nota" en noviembre del año pasado, luego de haberme roto en cachitos por amor. Hoy al fin lo comparto, pues al destinatario nunca pude entregárselo, pero la realidad es que me parece una carta bastante linda.

Disfrútenla.

"Entre café y sábanas blancas, así comenzaba nuestra historia.

Entre besos y caminatas por el centro con sonidos de marimba y aires de un invierno que ya casi era primavera. La música y las fotografías en todas partes, los largos caminos de carretera para no ir a ningún lado, los eternos y a la vez fugaces besos que durarían por siempre en los recuerdos.

Las tardes abrazados, las noches de escapada, las mañanas de café en cualquier lugar y a cualquier momento. Unos ojos llenitos de amor todos los días, los besos en el coche, la música a todo volumen para pensarte. Las madrugadas en vela, pensándote también.

A una nadie le cuenta que esas cosas te enamoran hasta el fondo. Nadie te dice que si besas con el alma, le vas dejando un poco de ti a la otra persona y que poco a poco te pierdes en ella.

Las risas contagiosas, las noches de cosquillas, las tardes debajo de una cobija en invierno, los desayunos de domingo. Las caricias en tu pelo, las electricidad en la espalda, los días de no hacer nada y los que quieres hacer todo.

Así como empezó igual me despido del más grande amor, con café por la mañana, con tus manos en mi espalda, con los besos que no dimos y las tardes que faltaban."