La vida es como la melena
- Love, Ani.
- 3 sept 2021
- 2 Min. de lectura
Por fin me había decidido. Le dije que si y vi pasar la tijera por todo lo largo de mi cabello. Y es que la decisión la tomé muy de golpe luego de quizá un poco más que meses de estar dándole vueltas a cortarme el pelo. Sentí como iba cayendo la mata larga y oscura de cabello al suelo, que acabaría siendo barrida por el chico cuyos sueños de estilismo apenas estaban empezando. En ese entonces, no era ni siquiera candidata a donar mi melena por la cantidad enferma de cambios y procesos por los que le había hecho pasar al pobre.
Cuando me vi en el espejo me sentí... diferente. Ya saben como es eso, y es que si, llevas meses fastidiando con hacerlo pero cuando lo haces, te pasas pensando si hubiera sido mejor no hacerlo. O bueno, al menos así soy yo.
Y en eso pensaba cuando me di cuenta que así soy para todo. Me cuesta mucho tiempo tomar una decisión y casi siempre cuando por fin la tomo, me mantengo pensando lo que hubiera sido si lo hubiera hecho diferente. Pero carajo, parece que no entiendo, que el hubiera no existe, y aun así yo le doy mil vueltas. Vaya desesperante persona. A veces ni yo misma me aguanto y encima, descaradamente pretendo que los demás lo hagan.
Y es que bueno, aunque es de valientes tomar decisiones y lo mejor es hacerlo sin voltear atrás, es inevitable. Es que de repente una reojeadita al pasado, si que te pone a pensar. Lo bueno es que a veces cuando volteas, te das cuenta de si has hecho bien o mal y al final, aprendes.
Que si, yo aprendí a que el pelo corto me va fatal y a que el fleco no es lo mío. Pero tuve que hacerlo para saberlo. Tuve que vivirlo para aprender de la experiencia. Y que no por eso es que no lo vaya a repetir. Porque a veces, aprendemos del error, pero al final acabamos repitiendo ¿o no?. Lo que no puedo negarles es que ahora me lo pienso mejor, no por más tiempo, sólo más inteligentemente. Me acuerdo de cómo me hacía sentir esa decisión. Me acuerdo de cómo me arrepentí y del tiempo que pasé afectada por ello, y si ya con todo y eso decido arriesgarme, pues me voy y me voy con todo.
Y así soy, les decía, para todo, la vida es como la melena. Que la cago, tomo la experiencia, que soy indecisa, que cometo errores y a veces más de una vez. Pero así me gusta, así es como voy creciendo. Y así es como sé que hay cosas a las que no hay que volver. Como yo al pelo corto, al fleco o a donde no me siento feliz.

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