top of page

Tiempo, ¡fuera!

  • Foto del escritor: Love, Ani.
    Love, Ani.
  • 31 ago 2021
  • 3 Min. de lectura

Estaba clarísima de qué era lo que no quería en la vida, y a la par, no tenía (ni tengo) idea de qué era lo que sí . En esos días en los que te despiertas y no sabes ni por qué has tenido que levantarte. De cuando te sientas horas en la cama como si se te hubiera caído el Wi-fi del cerebro. Así, en automático andaba cuando apareció con un "necesitamos un tiempo".


Yo por mi lado llevaba pasándola mal hacían muchos meses atrás sin notarlo. Más que sin notarlo, normalizando. Y es que a veces pasa, que te acostumbras. Te acostumbras a no sentir ganas de levantarte en las mañanas, a no querer platicar, a no cantar mientras te bañas, a llorar por nada. Y a ver, no todo era malo, había muchos momentos buenos, pero yo por dentro, ya estaba rota.


Fue en noviembre cuando me di cuenta que ya no daba para más, ni yo, ni el, ni nada. Me di cuenta y me quedé inmóvil, incapaz de mover un dedo al respecto. Como les contaba, llevaba meses en automático, llorando mientras me veía al espejo. No me conocía, no sabía dónde estaba.


Se me habían juntado varias cosas complicadas, la pandemia, el trabajo, la familia y ahora esto: "un tiempo".


Oigan la verdad es que yo nunca he sido ni de tiempos ni de volver. Conmigo, es el todo o nada, y parece radical para ser yo un ejemplar perfecto de un canceriano nacido bajo el régimen lunar, pero aún con todo y mis mareas y mis altas y bajas, no me gustan las medias tintas. Conmigo es o no es. Y es que cuando quieres no dudas, y si dudas, pues es que no quieres. Y yo ya dudaba desde hacía mucho tiempo, sólo no lo había querido ver.


Era día de muertos me acuerdo. Había pasado los días previos en un hotel tomando café en la cama por las mañanas, haciendo como que todo estaba bien, pero mis últimos posteos en Instagram me delataban: "Feeling Blue" decía una selfie donde aunque bonita, sembraba triste. Era día de muertos, les decía, y recuerdo haber subido una foto con un quote de mi novela favorita de Ángeles Mastretta que dice:


"Me muera cuando me muera, quiero que mi tumba huela como tu cuerpo ahorita"


La foto es mi piel con una flor de cempasúchil que provenía de su lente. Esa misma tarde, sentí que me moría. Es misma tarde, se rompió en pedacitos lo poco que quedaba de mi. Esa misma tarde se me murió todo. Que bueno, nada se muere de a de veras pero es que tu sientes que si, que se te va el alma, que se te va la vida, tu sientes que te mueres.


Finalmente, pasaron varios meses más, en los que entre altas y bajas, yo ya estaba clara de lo que no quería, pero no encontraba la valentía para afrontarlo. Así es que el se adelantó con lo del tiempo. Bastaron unos meses de mi distancia, de mi proceso, de empezar a buscarme a mi misma para que se manifestara lo obvio: ya todo estaba muerto. Muy muerto. Por eso es que no pude acceder al "un tiempo" porque yo por dentro sabía que podrían pasar 1000 años, que nada le devolvería la vida a algo que ya no existía, que ya estaba muerto.


Esta vez no puse resistencia, esta vez no sería un tiempo fuera. Esta vez sería un ¡tiempo! ¡fuera! aunque no del todo de mi vida, porque perdonamos a tiempo, porque al final fuimos sinceros. Fuimos coherentes.


Sé que suena a tragedia pero no lo ha sido, en realidad ha sido lo mejor que pudo pasarme en mucho tiempo. Porque así como de mágico comienza, por arte de magia no fue que se acabó. Hubieron mil razones, no fue de la noche a la mañana y el tiempo, ese si que no te espera.










 
 
 

Entradas recientes

Ver todo

ความคิดเห็น


Publicar: Blog2_Post

Formulario de suscripción

¡Gracias por tu mensaje!

©2019 by Ani Warhol. Proudly created with Wix.com

bottom of page